Feminicidio.net comenzó la documentación de los feminicidios y otros asesinatos de mujeres cometidos en España en el año 2010 con el objetivo de visibilizar y denunciar los diferentes tipos de violencia contra las mujeres que se manifestaban en su máxima expresión, el feminicidio. Construimos entonces la ‘Máquina de la Memoria’ a la que dimos forma en Geofeminicidio.com, una base de datos con más de 50 campos por cada caso con información de la víctima, del victimario y del propio contexto del crimen. La metodología de clasificación de Feminicidio.net, primera base de datos de Europa de la sociedad civil organizada, permite diferenciar diferentes tipologías de feminicidio y de asesinato, especialmente relacionadas con la relación del victimario con la víctima. Su utilidad y vanguardia ha sido reconocida como una de las mejores prácticas a nivel mundial por ACUNS, el Consejo Académico de Naciones Unidas.

Con el recuento de todas las víctimas de homicidios en España a manos de hombres y el análisis pormenorizado de cada uno de los casos de forma individual el grito de ‘Ni Una Menos’ cobra todo un nuevo sentido. ‘Ni Una Menos’ no es una expresión sino un reclamo explícito: ‘Ni Una Menos’ es ni una mujer, ni una víctima, ni una superviviente, ni una violencia sin reconocer.

Y es que, si algo queda claro con el estudio en profundidad de las estadísticas de criminalidad y de violencia extrema es su origen patriarcal y la desproporción en la violencia sufrida por las mujeres con respecto a la ejercida por ellas, en múltiples formas. Los hombres son el 81% de las víctimas de homicidios, lo cual los sitúa como víctimas mayoritarias. Sin embargo, son aún más mayoritarios entre los victimarios: el 90% de los autores de homicidios en el mundo son hombres. Los tipos de violencia sufrida por ambos sexos son también muy distintos, ya que los hombres tienden a ser asesinados por personas desconocidas, en conflictos armados u homicidios en contextos de crimen organizado; mientras que las mujeres tienden a ser asesinadas por las personas más cercanas a ellas. De ahí que el 82% de las personas asesinadas por su pareja o expareja en el mundo sean mujeres.

El estudio de estas estadísticas, junto al análisis cualitativo de los casos documentados, dibuja un claro patrón de tipologías distintas de violencia, cada vez más reconocidos social e institucionalmente, como cada vez es más reconocida la necesidad de afrontar de forma específica violencias que pueden compartir un origen patriarcal pero que se manifiestan de diferentes maneras, lo que también otorga a la sociedad y a las instituciones diferentes oportunidades de intervención, prevención y sensibilización con el fin último de salvar vidas. De ahí que la evolución de las estadísticas de violencia esté confirmando el camino iniciado por Feminicidio.net con la documentación específica y comparada de diferentes tipos, como el feminicidio íntimo (en el marco de la pareja o expareja), el feminicidio familiar (cometido por otros miembros de la familia) o el feminicidio infantil (perpetrado contra menores de 16 años).

En el caso de las estadísticas globales, la fuente principal de información es la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) con la elaboración de un Estudio Global del Homicidio en sus ya tres ediciones que reflejan perfectamente la evolución en el análisis de la violencia extrema a nivel global.

Por un lado, el primer informe, de 2011, recogía estadísticas desagregadas por sexo y dedicaba un apartado específico a los homicidios en el marco de la pareja o expareja y de la familia. Ya por aquel entonces advertían precisamente de que el hogar sería el lugar más peligroso para las mujeres, al ser el escenario más común en los homicidios recogidos.

En 2013 la segunda edición profundizaba en una clasificación por tipos y subtipos. En los homicidios impersonales reconocía dos subtipos: homicidios en el marco de la pareja o la familia y otros homicidios interpersonales, entre los que incluía, por ejemplo, homicidios en contextos de violencia sexual. También reconoce crímenes de odio entre los homicidios socio-políticos, pero en general deja pendiente la aplicación en profundidad de la perspectiva feminista con el cruce de datos desagregados por sexo y el estudio de otros tipos de violencia.

Precisamente en ellos profundiza la última edición, de 2019, en la que se dedica todo un capítulo a los “homicidios de mujeres y niñas relacionados con el género”. En éste se identifican dos cambios fundamentales. Por un lado, separan claramente los casos en el marco de la pareja o expareja de los casos perpetrados por otros miembros de la familia.

Por otro lado, la clasificación se basa en identificar los homicidios relacionados con el género (feminicidios) y diferenciarlos del resto de asesinatos de mujeres, coincidiendo con la clasificación de Feminicidio.net. En ellos, sin embargo, incluye solo tres tipos: los casos perpetrados en el marco de la pareja o expareja (feminicidios íntimos), los perpetrados por otros miembros de la familia (feminicidios familiares) y “otros crímenes relacionados con el género o femicidios” perpetrados fuera del marco de la familia. Sin embargo, dibujan una línea difusa entre este último tipo y el resto de asesinatos de mujeres, al no contar aún con una metodología de clasificación por subtipos lo suficientemente detallada para identificarlos.

Finalmente, las estimaciones publicadas en 2021 con datos del año anterior incluyen una nota metodológica más minuciosa. Este avance de datos reconoce los dos tipos principales (pareja/expareja y familia) y aquellos cometidos por victimarios cuyo modus operandi incluya al menos uno de estos criterios: continuo de violencia o acoso previo, privación ilegal de la libertad, uso de la fuerza o mutilación, cuerpo tendido en el espacio público, crimen de odio, violencia sexual previa, la víctima era explotada en la industria del sexo o la víctima lo era también de formas ilegales de explotación.

No solo queda clara con esta evolución la tendencia a estudiar más en profundidad las especificidades de los diferentes tipos de violencia contra las mujeres por el hecho de ser mujeres, sino que las estadísticas que las acompañan hacen urgente su incorporación a las políticas públicas de prevención y sensibilización.

En el mundo cada 11 minutos una mujer o niña es asesinada por alguien de su propia familia.

Es por eso que no podría valorarse más que positivamente la decisión de comenzar la documentación del feminicidio en España, tomada por el gobierno de coalición, que habilitará un Observatorio de Feminicidios para documentar cinco tipos distintos de feminicidio. En esta clasificación se incluyen los feminicidios en el marco de la pareja o expareja, los familiares, los sexuales, los sociales y los vicarios. En experiencia del observatorio de Feminicidio.net y tal y como demuestra la evolución estadística de la UNODC, dichas tipologías, especialmente las tres últimas, requerirán de la clasificación en subtipos para evitar englobar tipos de violencias distintas bajo una misma categoría. Con el infinito espacio de mejora continua de toda política pública, es de especial relevancia para España, históricamente reconocido como un país a la vanguardia en políticas de prevención de la violencia machista, que se sitúa con esta decisión como el primer país de Europa en documentar oficialmente los feminicidios, reconociendo los diferentes tipos de violencia que los motivan y acercándose al objetivo marcado con la ratificación del Convenio de Estambul en 2014.

Queda mucho camino por andar para quitar sentido al grito en las calles de ‘Ni Una Menos’. La reacción patriarcal a la cuarta ola feminista no se ha hecho esperar y se viene centrando en el refuerzo a los estereotipos de género hacia ambos sexos. Por un lado, las niñas y adolescentes siguen recibiendo señales que las sitúan en una segunda categoría por defecto, diseñada para asistir, cuidar y complacer al otro sexo, sacrificando su propio ser, sus anhelos y esperanzas. Por otro lado, los varones crecen aún alimentando su agresividad y alejándose de la manifestación de sus sentimientos como forma de gestión de la frustración, que tienden a pagar con quienes más cerca tienen, situándose en una jerarquía superior a ellas, las mujeres.

A pesar de todos los avances a nivel estatal, las jóvenes en España siguen sin estar exentas de sufrir violencia por parte de sus parejas, exparejas, padres, hermanos, amigos, vecinos, desconocidos… Por todas las mujeres y niñas víctimas de todos los tipos de violencia, en Feminicidio.net insistimos en la necesidad de profundizar en las estadísticas de violencia contra las mujeres y niñas, incorporar las conclusiones de estos estudios y sus tendencias a las políticas públicas de prevención y sensibilización para su mejor adaptación a las necesidades reales de las víctimas e invertir en campañas públicas de prevención y sensibilización específicas para cada tipo de violencia.

Necesitamos unos medios de comunicación comprometidos con la lucha contra la violencia machista y conscientes de lo poco que sabemos y lo mucho que queda por aprender. Necesitamos una sociedad consciente de su rol como abrazo de acogida a las víctimas y rechazo frontal a los agresores, sin excepciones. Pero ante todo necesitamos un movimiento feminista fuerte y respaldado por todas, apoyado para avanzar y hacer el camino que queda por recorrer. Todos y cada uno de los pasos hasta que no haga falta que lo gritemos en las calles, porque no tendremos ‘Ni Una Menos’.

#NoLasOlvidamos

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Índice de contenidos

FEMINICIDIOS Y OTROS ASESINATOS DE MUJERES EN ESPAÑA EN 2020
NÚMERO DE CASOS Y TASAS DE PREVALENCIA POR COMUNIDADES AUTÓNOMAS
NÚMERO DE CASOS Y TASAS DE PREVALENCIA POR PROVINCIAS
NÚMERO DE CASOS POR MESES Y ESTACIONALIDAD
TIPOS DE FEMINICIDIO Y ASESINATO
DENUNCIA PREVIA DE LA VÍCTIMA Y ANTECEDENTES DEL VICTIMARIO
RELACIÓN DEL VICTIMARIO CON LA VÍCTIMA
PERFIL DE LA VÍCTIMA
PERFIL DEL VICTIMARIO
CONTEXTO DEL FEMINICIDIO

FEMINICIDIOS Y OTROS ASESINATOS DE MUJERES EN ESPAÑA 2010-2020
NÚMERO DE CASOS Y TASAS DE PREVALENCIA POR AÑOS
NÚMERO DE CASOS Y TASAS DE PREVALENCIA POR COMUNIDADES AUTÓNOMAS
NÚMERO DE CASOS Y TASAS DE PREVALENCIA POR PROVINCIAS
NÚMERO DE CASOS POR MESES Y ESTACIONALIDAD
TIPOS DE FEMINICIDIO Y ASESINATO
DENUNCIA PREVIA Y ANTECEDENTES DEL VICTIMARIO
RELACIÓN DEL VICTIMARIO CON LA VÍCTIMA
PERFIL DE LA VÍCTIMA
PERFIL DEL VICTIMARIO
CONTEXTO DEL FEMINICIDIO O ASESINATO

CONCLUSIONES

RESEÑAS DE CASOS

TIPOS DE FEMINICIDIO Y TIPOS DE ASESINATO DE MUJERES EN FEMINICIDIO.NET

METODOLOGÍA DE DOCUMENTACIÓN DEL FEMINICIDIO EN ESPAÑA

ANÁLISIS DOCUMENTAL

FUENTES UTILIZADAS

FUENTES HEMEROGRÁFICAS CONSULTADAS

DATOS REGISTRADOS EN GEOFEMINICIDIO 

 


 

Conclusiones

Un análisis de la evolución histórica

Las cifras generales de víctimas documentadas desde 2010 dibuja una tendencia a la baja que se confirma con el registro en 2020 de la cifra más baja de mujeres asesinadas en un año: 93 víctimas de feminicidios y otros asesinatos de mujeres. La tasa de prevalencia se redujo de 5,3 víctimas por millón documentadas en 2010 a 3,84 en 2020 y la media se situó en 4,53 mujeres asesinadas por cada millón de las que habitan el país.

Sin embargo, esta tendencia no se reproduce de la misma manera en los diferentes tipos de feminicidio, reflejo de distintas formas de violencia contra las mujeres, en función de la relación del victimario con la víctima y el contexto del propio crimen. De esta manera, desde 2010 se ha confirmado una tendencia a la baja en los feminicidios íntimos (en el marco de la pareja o expareja) mientras se ha documentado un ascenso en otros tipos como feminicidios familiares o feminicidios infantiles.

Aunque en los feminicidios infantiles la tendencia al alza se rompió en 2020, en 2018 se registró un máximo histórico de nueve víctimas, tres veces más que las registradas en el año 2010. En el caso de los feminicidios familiares, la cifra se ha duplicado de 2010 a 2020, de 14 a 28 casos anuales que, con la reducción en el total de casos, cada vez representan un porcentaje mayor de las víctimas anuales: suponían el 11,1% en 2010 y el 30,1% en 2020.

Una estacionalidad marcada por los veranos y los meses de enero

Los casos documentados desde 2010 manifiestan una clara estacionalidad con picos en el mes de enero y el período estival. El porcentaje medio de casos por mes, 8,3%, se ve superado en tres meses especialmente: junio (con 116 casos, el 9,8%), julio (con 112 casos, el 9,4%) y enero (con 111 casos, el 9,4%).

En el caso de los feminicidios íntimos, la tendencia se reproduce con porcentajes más altos en los meses de julio y enero (el 10,2% y el 9,5%, respectivamente). En los feminicidios familiares, el porcentaje es más alto en los meses de junio (11,6%) y agosto (10%). También los feminicidios infantiles reproducen, en parte, esta tendencia: el mes con más casos es enero (el 12,5%), pero otros dos meses registran el mismo porcentaje: agosto y octubre. Les sigue el mes de julio, con el 10,7% de los casos.

Por otro lado, los meses con menos casos son diciembre (con el 7,2% del total), mayo (el 7,4%) y noviembre (el 7,5%). En el caso de diciembre, por ejemplo, y confirmando la tendencia en la mayoría de los tipos de feminicidio, solo se encuentran por encima del 8,3% de media tres tipos de asesinato: el feminicidio/asesinato sin datos suficientes (el 12,8%), el asesinato por crimen organizado o narcotráfico (el 12,5%) y el asesinato por robo (el 8,6%).

Diferentes tipos de feminicidio, diferentes formas de violencia contra las mujeres

El 87,5% de las mujeres y niñas asesinadas en España desde 2010 fueron víctimas de algún tipo de feminicidio, según nuestra clasificación y metodología de documentación en Feminicidio.net. Se trata de 1.039 de las 1.188 víctimas documentadas, la mayoría en feminicidios íntimos, perpetrados por la pareja o expareja de la víctima. Estos casos, 666 desde 2010, suponen el 56,1% de todos los registrados en la base de datos de Geofeminicidio.net. Son el tipo mayoritario y el que, como hemos visto, más se ha venido reduciendo en los últimos años. Aunque deberían formar parte de las cifras oficiales recogidas por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, el 9,2% de estos casos no forma parte de las estadísticas del gobierno de víctimas mortales por violencia de género, por lo que el subregistro oficial es de casi una de cada diez víctimas no reconocidas.

Sin embargo, como destaca el estudio de las tendencias históricas, es preocupante el ascenso en el número y porcentaje de casos de feminicidios familiares. Este tipo de casos, el segundo más común de la base de datos, se ha duplicado de 2010 a 2020 y el porcentaje de ellos perpetrados por los hijos también ha aumentado en los últimos años. Los seis primeros años de documentación, el porcentaje de feminicidios familiares perpetrados por los hijos de las víctimas era del 55,7% de los casos. Sin embargo, en los últimos cinco años este porcentaje medio ha subido al 61,4%, un porcentaje que se superó en 2020 con el registro de 18 hijos que asesinaron a sus madres (el 64,3% de los 28 feminicidios familiares del año).

De media desde 2010, el 72,1% de los casos fueron feminicidios íntimos o familiares y este porcentaje se ha superado en los últimos tres años (73%, 80% y 80,6%, respectivamente).

Denuncias previas más allá del marco de la pareja o expareja

En los 666 feminicidios íntimos documentados en la base de datos el continuo de violencia es uno de los motivos o circunstancias del victimario más registrados, incluso en combinación con otros motivos o circunstancias. En total, se confirmó la denuncia previa por parte de la víctima en 147 casos, el 22,1% del total: una de cada cinco mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas denunciaron previamente.

Aunque las denuncias previas son más comunes en contextos de violencia de género perpetrada por la pareja o expareja de la víctima, lo cierto es que las víctimas de otros tipos de feminicidios registraron denuncias de la víctima contra el victimario antes del crimen.

El porcentaje más alto de denuncia, más allá de los feminicidios íntimos, se da en los feminicidios familiares, con 18 casos conocidos con denuncias previas que suponen el 9,5% de los casos de ese tipo. De los 18 casos, 12 fueron perpetrados por los hijos de las víctimas, cuatro a manos de los hermanos, uno a manos del nieto y otro a manos del exyerno.

Por último, se conoció un caso de feminicidio no íntimo con denuncia previa por parte de la víctima, que supone el 1,1% del total de ese tipo de feminicidio.

La relación del victimario con la víctima, clave en la identificación del feminicidio

La relación del victimario con la víctima es un campo clave en la clasificación de casos en tipologías. Los roles y estereotipos de género adheridos a estas relaciones son determinantes en la elección de la violencia por parte de los victimarios a la hora de resolver sus conflictos con las mujeres que les rodean.

En concordancia con los tipos de feminicidio, los dos tipos de relación más comunes son las relaciones de pareja. Por un lado, dos de cada cinco mujeres fueron asesinadas por sus parejas actuales (maridos, parejas, novios, amantes…), mientras que una de cada seis fueron víctimas de sus exparejas (exmaridos, exparejas, exnovios…). La siguiente relación más común, cerca de duplicar a la siguiente relación conocida, es la del hijo de la víctima, autores de 112 casos en once años (el 9,4% del total).

Aunque se desconoce la relación del victimario con la víctima en otros 62 casos (el 5,2%), se sabe que el 4% de los casos fue perpetrado por varones desconocidos para la víctima (47 casos) y otro 3,7% a manos de algún tipo de conocido (44 casos). Tras estos tipos de relación, la de padre registra 37 casos (el 3,1% de los casos), seguidos de otros familiares, autores de 32 casos (el 2,7%).

Otra de las relaciones destacadas encontradas en la documentación de casos en España es la de demandante de prostitución. En este caso se confirmaron 31 casos que suponen el 2,6% del total de la base de datos.

¿Qué sabemos de las víctimas?

Aunque no existe un perfil concreto de víctima, las mujeres y niñas asesinadas de 2010 a 2020 tenían de media 46 años cuando tuvo lugar el crimen. En este caso, la edad media se sitúa en la misma franja de edad que registra más casos, de 41 a 50 años, ya que el 20,7% de las víctimas se encontraba en ella.

Además, las víctimas eran mayoritariamente españolas (el 67,3%), aunque se confirmó que el 29,3% de las víctimas eran de origen extranjero. Esto supone que la sobrerrepresentación de mujeres extranjeras entre las víctimas es del 16%, un 1,4% más que entre los victimarios.

El dato más oculto en las víctimas es su ocupación, desconocida en dos de cada cinco casos (el 37,9%). De las ocupaciones conocidas la más registrada es la de victimas jubiladas o pensionistas.

¿Qué sabemos de los victimarios?

Como entre las víctimas, no existe un perfil concreto de victimario, pero los cálculos sitúan la edad media en los 40 años, seis menos que sus víctimas. En contraste con las víctimas, la franja de edad con más casos conocidos no coincide con la que aloja la edad media de los victimarios registrados, sino que es superior, de 41 a 50 años.

De los 1.188 casos conocidos, el 63,2% de los casos fueron perpetrados por victimarios de origen español (el 63,2%). Con el estudio de otros casos se confirmó que el 28% fueron perpetrados por victimarios de origen extranjero. En el caso de los victimarios, la sobrerrepresentación de varones de origen extranjero es del 14,6%, un 1,4% menos que entre las víctimas.

Como entre las víctimas, el dato más desconocido entre los victimarios es el de su ocupación, aún más que entre las víctimas. En más de la mitad de los casos se desconocía a qué se dedicaba el victimario cuando cometió el crimen (649 casos, el 54,6%). De entre las ocupaciones más conocidas, los victimarios con más casos registrados también estaban jubilados o eran pensionistas cuando cometieron el crimen.

De media, uno de cada seis victimarios conocidos desde 2010 se suicidó tras el crimen. Se conocieron un total de 197 casos de suicidio tras el crimen que suponen el 16,7% de los casos de la base de datos. De estos victimarios, el 76,1% perpetró feminicidios íntimos. Otro 9,6% de los victimarios perpetró feminicidios infantiles y otro 0,1% fue autor de feminicidios familiares.

El contexto del feminicidio, marcado por el continuo de violencia desde la vivienda familiar

Casi el 70% de los feminicidios y otros asesinatos de mujeres en España de 2010 a 2020 fueron perpetrados por los victimarios en espacios privados (825 de los 1.188 casos, el 69,4%) como viviendas, vehículos o residencias de ancianos. De los escenarios de espacios privados y de todos los escenarios registrados, el más común es la vivienda familiar, compartida por la víctima y el victimario en el momento en el que se cometió el crimen. Se trata de 461 casos desde 2010, el 38,8% del total. La mayoría de ellos, eran feminicidios íntimos (el 69,6%) o familiares (el 23,4%).

Las armas más utilizadas por los victimarios, autores de feminicidios y otros asesinatos de mujeres de 2010 a 2020, están fácilmente al alcance de cualquier varón, ya que pueden encontrarse en cualquier vivienda, transportarse sin llamar la atención y deshacerse de ellas, si fuera necesario, tras el crimen. Las más comunes de todas las armas son las armas blancas, como navajas, cuchillos o machetes. En total, dos de cada cinco víctimas fueron asesinadas con armas blancas desde 2010 (el 42,5%). Otro 17,5% de los casos fue perpetrado por los victimarios con sus propias manos o fuerza física.

En concordancia con las armas utilizadas por los victimarios, los actos violentos principales utilizados para cometer el crimen son mayoritariamente perpetrados con armas blancas o las manos o fuerza física del victimario. De los actos violentos principales, un tercio de los victimarios apuñaló o acuchilló a la víctima (395 casos, el 33,2%) y una quinta parte de ellos la golpeó hasta la muerte (247 casos, el 20,8%). Solo entre estos dos actos violentos más comunes se acumulan más de la mitad de los casos de la base de datos.

El dato más desconocido del contexto del feminicidio o asesinato es el motivo o la circunstancia del victimario a la hora de cometer el crimen. Más que como justificación, este campo de análisis es fundamental como contextualización de la violencia extrema sufrida por la víctima, que en ocasiones es la culminación de un continuo de violencia contra la víctima o de un contexto de separación o rechazo de la víctima al victimario que han de tenerse en cuenta en la conceptualización de esta violencia y en las políticas públicas para su prevención y erradicación.

De los motivos o circunstancias más documentados, se encuentra el continuo de violencia previo al crimen, conocido en 218 casos, el 18,4% del total. En otros 182 casos se registró una discusión previa al crimen (el 15,3%). Además, se conocieron un 11,8% de los casos en contextos de separación o rechazo de la víctima al victimario, que reaccionó a esta negativa de forma violenta cometiendo el crimen (182 casos).

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