Feminicidio en el sistema prostitucional del Estado español. Víctimas 2010-2015: 31 mujeres asesinadas

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En esta primera entrega presentamos la reseña de casos de 31 mujeres asesinadas entre 2010 y 2015 que ejercían la prostitución. Confluyen cuatro tipos de feminicidio en el sistema prostitucional del Estado español, marco utilizado para la elaboración de este informe: feminicidio por prostitución, feminicidio por trata, feminicidio íntimo y feminicidio transexual

Equipo de realización del informe: Graciela Atencio, Loreto de la Carrera, Noemí García Cabezas, Francisco Gatica, Charo Marcos y Laura Rebolledo Génisson 

España, Madrid – En esta primera entrega presentamos la reseña de casos de 31 mujeres asesinadas entre 2010 y 2015 que ejercían la prostitución. Confluyen cuatro tipos de feminicidio en el sistema prostitucional del Estado español, marco utilizado para la elaboración de este informe: feminicidio por prostitución, feminicidio por trata, feminicidio íntimo y feminicidio transexual. En estos crímenes atroces, la mayoría de ellos cometidos con una gran saña, los cuerpos de las mujeres son tratados como desechos humanos. Son feminicidios invisibles para los medios de comunicación, las instituciones del Estado y la sociedad. Acompañamos el recuento hemerográfico con una serie de infografías elaboradas a partir de la extracción de datos cuantitativos y cualitativos almacenados y actualizados hasta el 30 de febrero de 2016 en Geofeminicidio.com, nuestra base de datos de feminicidios y otros asesinatos de mujeres en España

2010

CASO 1, ID 504

06/01/2010. E. E., 42 años, Almería, Andalucía. Rusa, prostituta en club de alterne. Feminicidio por prostitución. Cifra no oficial. Caso sin resolver.

E. E. era ciudadana rusa, compartía piso con otras dos compatriotas desde hacía año y medio y ejercía la prostitución en un club de alterne. Según información aportada por los vecinos, alguien las recogía por las noches y las dejaba en casa la mañana siguiente. Esa noche la mujer no fue a trabajar. Algunos vecinos aseguran que oyeron llorar a la víctima la madrugada de los hechos. Una compañera de piso la encontró muerta con numerosas heridas de arma blanca. Fue ella quien avisó a la policía. A día de hoy el caso permanecería abierto.

Un año más tarde se investigaría por este crimen al feminicida serial Abdelkader Salhi, de 44 años que, un año y medio más tarde, confesó haber perpetrado dos feminicidios en la provincia de Málaga (en agosto y septiembre de 2011) y otro, ocurrido en 1988 (fue condenado a 18 años de prisión en Alemania por matar a una mujer de un golpe en la cabeza en un robo). Uno de los motivos que llevó a los investigadores a vincularlo con el asesinato de E. E. es que se encontraba en Almería en las fechas del asesinato y su número de teléfono estaba entre las llamadas registradas de la víctima. El hombre se hallaba en situación irregular y se desplazaba por el país con documentación falsa (en esos momentos portaba un pasaporte irlandés). Las otras dos asesinadas en Málaga tenían una edad que rondaba los 45 años, también eran extranjeras, prostitutas y recibían a sus clientes en un piso, previo contacto telefónico. Estos feminicidios ocurrieron en Mijas y Marbella. Además, se lo acusó del crimen de una prostituta de origen alemán en Mijas, pero fue sobreseído por falta de pruebas (ver casos 11, 12 y 13).

CASO 2, ID 535

8/03/2010. María, 35 años, barrio de L’Eixample, Barcelona, Cataluña. Rusa, prostituta de domicilio particular. Feminicidio por prostitución. Cifra no oficial. Caso resuelto. Juicio finalizado. Victimario condenado por asesinato con alevosía a 18 años de prisión. Sentencia encontrada en el CENDOJ.

María, de 35 años, vivía en un piso “de alto standing” del Eixample en el que recibía a clientes de prostitución. El edificio, de cinco plantas, era propiedad de la inmobiliaria Icasa. Al parecer, era la encargada del piso que compartía con otras mujeres que se dedicaban a la misma actividad. Fue una compañera quien la encontró muerta con la cabeza destrozada por los golpes recibidos con un martillo. María estaba casada. Se tardó cuatro meses en localizar y detener al victimario, Juan Manuel Gálvez Escabia, de 31 años y nacionalidad española. En julio de ese mismo año fue detenido en Salta, Argentina, tras una orden internacional de detención.

Según lo que recoge la sentencia: “En una de las habitaciones de la vivienda, el acusado, con la intención de acabar con la vida de [María], la atacó de forma inesperada y sorpresiva golpeándola reiteradamente con un martillo en la cabeza, en concreto en la zona craneal derecha y facial derecha, provocándole la muerte como consecuencia de los graves traumatismos craneoencefálicos que le produjo y habiendo también comprimido el cuello de la víctima con un objeto blanco, tipo cojín o almohada. Ante la forma en que se produjo el ataque, [María] no pudo realizar ningún acto de defensa contra Alfredo ni ningún intento de impedir o evitar la grave agresión que se le produjo la muerte”.

La Fiscalía lo acusó de un delito de asesinato, pidió 25 años de cárcel y 250.000 euros de indemnización para la víctima. El fiscal señaló que el acusado era un hombre «agresivo e impulsivo» con antecedentes de enfrentamientos violentos.

En la vista oral en la Audiencia de Barcelona, en marzo de 2012, el victimario admitió haber contratado los servicios de la mujer, pero negó haber matado a María ante el jurado popular y sostuvo que se sintió “estafado” por la víctima a la que, según él, sólo le robó el móvil y se fue del lugar. Dijo que él pagó 300 euros por una cita de tres horas y que ella lo echó porque tenía otro cliente. También alegó que aquella noche había bebido mucho y había tomado varias drogas -seis cervezas, cocaína, marihuana- y que era adicto desde el año 2000. Su defensa solicitaba la libre absolución o, alternativamente, cinco años de prisión por homicidio con el eximente de drogadicción. Pero sus huellas dactilares en un martillo encontrado en el piso, el hecho de que el hombre bajara del apartamento para comprar cruasanes y volviera a subir, ofreciendo a la compañera de la víctima el móvil de ésta para pagar nuevos servicios sexuales, y otros testimonios, dieron pruebas al jurado de que sus capacidades no estaban disminuidas como consecuencia de la ingesta de alcohol. Por otro lado, varios testigos (un taxista que lo llevó la noche del crimen, dos panaderas que lo atendieron y otra prostituta con la que estuvo después de asesinar a María) declararon durante el juicio no haber observado ningún comportamiento extraño por parte del victimario. Fue declarado culpable por unanimidad por el jurado popular de un delito de asesinatocon alevosía, al tratarse un ataque sorpresivo que dejó en indefensión a la víctima, y condenado a 18 años de prisión. También fue condenado a indemnizar con 100.000 euros al marido de la víctima; y a los padres y hermana con 10.000 euros para cada uno.

CASO 3, ID 549

06/04/2010. Alla Mefodova, 36 años, Mijas Costa, Málaga, Andalucía. Española de origen ucraniano, prostituta a domicilio. Feminicidio por prostitución. Cifra no oficial. Caso resuelto. Juicio finalizado. Victimario condenado por homicidio y profanación de cadáver a 14 años de prisión (reducido a 11 años). Sentencia encontrada en el CENDOJ.

Alla vivía desde hacía 10 años en España y era conocida como Bianca en el mundo de la prostitución, que ejercía a domicilio. Tenía un hijo. El victimario, de nacionalidad española, casado y con dos hijos, contrató los servicios de Alla la madrugada del 6 de abril de 2010. Según la confesión del hombre, éste había consumido alcohol y cocaína y al día siguiente apenas recordaba lo sucedido la noche anterior. Sobre las 06:30 se desencadenó una discusión por el precio del servicio. La mató a puñetazos en la cabeza y se quedó dormido. Los puñetazos le provocaron al feminicida “heridas sangrantes en los nudillos y zonas próximas de ambas manos”.

La policía averiguó que la mujer antes de desaparecer había mantenido tres conversaciones telefónicas con una misma persona, a quien llamaron el 15 de abril de 2010. El hombre reconoció haber hablado por teléfono con la víctima, paro negó conocerla o saber algo de ella. Después reconoció que la mujer había muerto en su domicilio y que había comprado un serrucho con el que seccionó el cuerpo en varias partes. Empaquetó los restos del cuerpo de la víctima en bolsas de basura que tiró en dos contenedores soterrados de Fuengirola, quemó las manos y el cráneo, y los arrojó en un descampado de un paraje cercano a Mijas. El hombre fue detenido después de que se encontraran huesos de dos manos y un trozo de hueso del cráneo de la víctima donde éste había dicho.

Las actuaciones fueron inicialmente practicadas por el Juzgado de Instrucción 4 de Fuengirola. Después pasaron a la Audiencia Provincial de Málaga. El victimario trató de exculparse aludiendo una ingesta masiva de alcohol y cocaína, que incluso le hizo perder el conocimiento, pero no fue respaldado por ningún medio probatorio alguno ni tomado en cuenta por la mayoría de los miembros del jurado. En octubre de 2011 fue condenado a 14 años y cuatro meses de prisión por homicidio y profanación de cadáver, y a indemnizar al hijo de la víctima con 200.000 euros y a los padres de ésta con 100.000 euros.

La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) rebajó tres años y un mes la pena. La sentencia del TSJA estimó parcialmente el recurso de apelación del condenado respecto a la determinación de la pena por los delitos de homicidio, que reduce de 14 a 11 años de cárcel, y de profanación de cadáver, que rebaja de cuatro a tres meses. La Sala consideró «más ajustada» la pena de 11 años.

CASO 4, ID 546

08/04/2010. Antonia Fernández, 33 años, zona del Cerro, Córdoba, Andalucía. Española, prostituta a domicilio. Feminicidio por prostitución. Cifra no oficial. Caso resuelto. Juicio finalizado. Victimario condenado por asesinato con alevosía a 17 años y seis meses de prisión (pena recurrida y reducida a 15 años). Sentencia encontrada en el CENDOJ.

Antonia Fernández, conocida como la Moñetes (Toñi para sus familiares), de 33 años y natural de Huelva, vivía en Córdoba desde 2008. Era adicta al consumo de drogas y ejercía la prostitución. Tenía cinco hijos de entre tres y 11 años. Cuatro de ellos vivían con la madre y un hermano de Antonia. Una niña vivía con una familia adoptiva.

Antonia fue asesinada en casa de un cliente habitual, Salvador C. R., de 70 años y nacionalidad española, con quien solía pernoctar, entre el 7 y el 9 de abril. El hombre le asestó 91 puñaladas con un cuchillo y un hocino. Según el informe del fiscal, la última discusión se produjo “por desacuerdos en el pago de los servicios sexuales”. El victimario después de matarla se fue de casa y dejó sus llaves dentro. Unos días después volvió para recoger unos enseres, pero al percatarse de que se había olvidado las llaves dentro llamó a un cerrajero, que fue quien dio la voz de alarma al ver el enorme charco de sangre en la vivienda. Según la sentencia, “irritado o considerablemente alterado en su ánimo porque [la víctima] le había proferido insultos, tales como hijo de puta, maricón, etc., el acusado cogió un cuchillo de una hoja de 26 centímetros de longitud y 5 de anchura y un hocino de 17 centímetros de longitud y 6 de anchura […] y comenzó a propinarle golpes con las indicadas armas, persiguiéndola por las diferentes estancias de la casa, aplicándole hasta un número al menos de 91, en diversas partes del cuerpo […]”. Las heridas ocasionadas le provocaron una fuerte hemorragia y murió debido a un shock circulatorio irreversible. El crimen fue descrito como brutal por los médicos forenses de la autopsia.

A finales de febrero de 2012 un tribunal popular lo declaró culpable. El hombre fue condenado por la Audiencia Provincial de Córdoba a cumplir 17 años y seis meses de prisión por un delito de asesinato con agravante de abuso de autoridad. Además, fue condenado a pagar a cada uno de los cinco hijos menores de la víctima 60.000 euros. A la madre y hermano de la víctima, que se ocupan de cuatro de los hijos de la víctima, debía indemnizarlos con 40.000 euros y al padre y a otro hermano de la víctima, con 20.000 euros a cada uno.

En septiembre del 2012, la defensa recurrió la sentencia ante el Tribunal Superior de la Junta de Andalucía (TSJA). El alto tribunal andaluz consideró que el procesado actuó bajo un trastorno de la personalidad, que el jurado popular había rechazado durante el juicio. El TSJA redujo de 17 años y seis meses a 15 años la condena, al apreciar la atenuante de trastorno de la personalidad solicitada por su defensa.

CASO 5, ID 547

12/04/2010. Alejandra B., 48 años, Valencia, Comunidad Valenciana. Española, prostituta de domicilio particular. Feminicidio por prostitución. Cifra no oficial. Caso resuelto. Juicio finalizado. Victimario condenado a 12 años y 9 meses por un delito de homicidio con el agravante de superioridad. La sentencia no fue encontrada en el CENDOJ.

Alejandra había llegado recientemente al piso donde fue asesinada, situado en la calle Ciscar de Valencia, y apenas se relacionaba con la vecindad. La mujer, española de 48 años, se anunciaba desde 2008 en un periódico y en internet, y ofrecía sus servicios sexuales por “motivos económicos”. Se presentaba en los anuncios como una mujer “atractiva y educada” y “no profesional”. Estaba separada y tenía una hija.

En el mes de abril de 2010 el victimario, de nacionalidad española, llamó a Alejandra desde el teléfono de su esposa. La mujer atendía a los clientes en su casa. El hombre había consumido cocaína y al llegar al domicilio de la mujer discutieron por un motivo no conocido, lo que hizo que éste se pusiera especialmente violento. El victimario golpeó brutalmente a Alejandra y posteriormente la estranguló con un pañuelo de seda que ella llevaba atado al cuello. Luego intentó simular un robo (la policía lo descartó debido a que la cerradura no estaba forzada) y huyó haciendo desaparecer el móvil de la mujer. Gracias a los datos proporcionados por la compañía telefónica, la investigación policial comprobó que el hombre había llamado el día del asesinato a la víctima. Dos meses después fue detenido. Confesó el crimen e ingresó en prisión preventiva.

La titular del Juzgado de Instrucción número 17 de Valencia acordó el ingresó en prisión comunicada y sin fianza. En noviembre de 2011 se celebró el juicio, a puerta cerrada por petición de la acusación particular. El fiscal pedía una condena de 15 años de prisión, pero lo sentenciaron a 12 años y 9 meses por un delito de homicidio con el agravante de superioridad.

CASO 6, ID 550

23/04/2010. Abies Otaremovbo, 22 años, Ciudad Real, Castilla-La Mancha. Nigeriana, prostituta en la calle. Feminicidio por prostitución. Cifra no oficial. Caso resuelto. Juicio finalizado. Victimario condenado por asesinato a 12 años de prisión. Sentencia encontrada en el CENDOJ.

Abies Otaremovbo era nigeriana y ejercía la prostitución en las calles de Ciudad Real. La noche del 22 al 23 de abril de 2010 Francisco L. L. P., de 21 años y nativo de la ciudad, dejó a su novia en casa y salió de copas con sus amigos. Sobre las 01:30 horas se dirigió en su coche a una rotonda con la intención de tener sexo con una prostituta. Allí recogió a la joven y se dirigió a un polígono industrial. Mantuvieron relaciones sexuales dentro del vehículo y posteriormente se dirigieron a una finca de la familia del joven en la localidad de Torralba de Calatrava. Allí tuvieron una discusión después de que, según la versión que dio en el juicio, la joven le sustrajese dinero de la cartera. Francisco “se volvió loco” y le asestó entre 12 y 14 puñaladas en los brazos y el tórax con una navaja, luego sacó a Abies del coche y la arrastró hasta un pozo cercano, en el interior del cual arrojó el cuerpo. Confesó el crimen unas semanas más tarde. El abogado defensor alegó que el acusado actuó bajo los efectos de las drogas y el alcohol.

El juicio se celebró en abril de 2011 en la Audiencia Provincial de Ciudad Real. Un jurado popular lo declaró culpable y fue condenado por “asesinato con la concurrencia de las circunstancia atenuantes de responsabilidad penal de reparación del daño y la analógica de confesión” a 12 años de prisión. Tras recibir 60.000 euros de indemnización, los familiares de la víctima decidieron retirar la denuncia. En un principio el fiscal solicitó 17 años de prisión para el victimario, sin embargo, le rebajaron cinco años de la condena por atenuante de reparación de daño (por el pago y el arrepentimiento del victimario).

CASO 7, ID 595

11/06/2010. Nombre no conocido, 20 años, Málaga, Andalucía. Paraguaya, prostituta a domicilio. Feminicidio por prostitución. Cifra no oficial. Caso resuelto. Juicio finalizado. Victimario condenado por un delito de homicidio a 10 años de prisión. Sentencia no encontrada en el CENDOJ.

Este caso fue el segundo feminicidio por prostitución en la Costa del Sol en apenas dos meses. La víctima, una mujer paraguaya de 20 años, madre de una niña de cuatro años y cuyo nombre no hemos podido conocer a través de la información publicada en prensa, acudió el 11 de junio de 2010 a la vivienda del que sería su victimario, que la había llamado sobre las 05:30 horas solicitando sus servicios sexuales. La joven era consciente de los peligros de su actividad y mantenía ciertas precauciones como la que finalmente llevó a dar con el victimario: apuntaba los datos de los domicilios a los que se dirigía cada vez que tenía una cita. Al llegar a la vivienda, situada en el número 10 de la calle alcalde José María Corona, se inició una discusión por el precio del servicio. El victimario, un camarero oriundo de Málaga de 31 años, consumidor de cocaína desde hacía una década, la estranguló con una cuerda. Los gritos de la joven pidiendo ayuda no alertaron a los vecinos, que pensaron que se trataba de una discusión de pareja. A la mañana siguiente el asesino dejó tirado el cadáver frente a la puerta de su casa y le pidió a su madre que le limpiara el piso. Fue detenido por la tarde en el bar en el que trabajaba. No quiso declarar ante la policía.

En junio de 2011 se celebró el juicio en la Audiencia de Málaga. Declaró que quería que la víctima se callara porque estaba gritando y que había tomado drogas. Fue declarado culpable por un jurado popular de un delito de homicidio y después se dictó la sentencia que lo condenó a 10 años y un día de cárcel y a pagar una indemnización de 178.000 euros a los familiares de la víctima.

2011

CASO 8, ID 682

09/06/2011. Daniela Gabriela Mihalcea, 25 años, Lleida, Cataluña. Rumana, prostituta en la calle. Feminicidio por prostitución. Cifra no oficial. Caso sin resolver: busca y captura del feminicida (en 2013). 

La joven Daniela Gabriela Mihalcea, de 25 años y origen rumano, apareció muerta con un fuerte golpe en la cabeza frente al instituto Joan Oró de Lleida. Un repartidor de prensa fue la primera persona que vio el cadáver y llamó a la policía. La joven, que ejercía la prostitución en la carretera, siempre se había negado a ser protegida por un proxeneta. Daniela llevaba año y medio prostituyéndose en la calle y mantenía una gran cartera de clientes.

Nada se sabe del victimario y no hay datos sobre sospechosos en la escasa información recogida en prensa. Ninguna de sus compañeras apuntó el número de la matrícula del último coche al que subió Daniela, precaución que es casi una regla entre las prostitutas de la zona. El asesinato se produjo por un golpe en la sien con un objeto contundente. Los agentes enseñaron diversos retratos robots a compañeras de la joven y dieron datos sobre un único sospechoso, un hombre de origen andaluz. Según fuentes periodísticas, y hasta donde pudimos recoger información (en 2013), el hombre se hallaba en paradero desconocido y continuaba en busca y captura.

CASOS 9 y 10,  ID 756 e ID 757

03/08/2011. J. P. I., 33 años, Benissa, Alicante, Comunidad Valenciana. Ecuatoguineana, prostituta en club de alterne. Feminicidio por prostitución. Cifra no oficial.

03/08/2011. C. A., 35 años,  Benissa, Alicante, Comunidad Valenciana. Nigeriana, prostituta en club de alterne. Feminicidio por prostitución. Cifra no oficial. Casos resueltos. Juicio finalizado. Victimario condenado por dos delitos de homicidio a 10 años de prisión por cada uno. Sentencia encontrada en el CENDOJ.

Francisco Jesús Castillo, de 31 años y oriundo de Benissa, llevaba una larga temporada en paro y hacía poco que había vuelto a trabajar. Había conseguido ocuparse como obrero durante la semana y los fines de semana trabajaba como camarero en Calpe. El 3 de agosto de 2011 decidió gastar parte de su primer salario con dos prostitutas, una mujer nigeriana y otra de nacionalidad ecuatoguineana. Una de ellas tenía residencia en Gorgos, Alicante, y la otra, en Parla, Madrid. En el domicilio del cliente consumieron drogas y tuvieron relaciones sexuales. Las mujeres pasaron la noche allí. Según declaraciones del agresor, en un momento de la noche se despertó y vio a una de las mujeres intentando robarle. Las golpeó y apuñaló hasta acabar con sus vidas. Una falleció al recibir 17 puñaladas y la otra, seis. No se oyeron gritos y ningún vecino dio la voz de alarma. Al día siguiente el feminicida se entregó voluntariamente a la Guardia Civil, que hasta ese momento no tenía conocimiento de lo sucedido.

La Guardia Civil y la subdelegada del Gobierno en Alicante, Encarna Llinares, hicieron declaraciones a la prensa en la que descartaban que se tratara de un caso de violencia de género porque “no había relación sentimental entre el detenido como autor de las muertes y sus víctimas”.

Un jurado popular lo consideró culpable de dos delitos de homicidio. La Audiencia Provincial lo condenó a un total 20 años de prisión, 10 años por cada mujer asesinada. Aunque la Fiscalía reclamaba penas que sumaban 24 años de cárcel, el juez fijó en la sentencia cuatro años menos. El magistrado José Antonio Durá consideró que correspondía aplicar la pena mínima por este delito al existir un atenuante de confesión, ya que el acusado se presentó ante la Guardia Civil para contar lo que había hecho, y no concurría ninguna circunstancia agravante. Asimismo, el fallo lo obligaba a indemnizar con un total de 180.000 euros a las familias de las víctimas.

CASO 11, ID 723

11/08/2011. Susana Monterroso, 45 años, Calahonda, Málaga, Andalucía. Española de origen argentino, prostituta de domicilio particular. Feminicidio por prostitución. Cifra no oficial. Caso resuelto. Sentencia no encontrada en el CENDOJ.

Susana era natural de Buenos Aires, pero vivía desde hacía tiempo en España, en la Costa del Sol, y había obtenido la nacionalidad española. Tenía un hijo, quien dio aviso sobre la desaparición de su madre. Era conocida en ese ambiente por el nombre de Micaela. Abdelkader Salhi, de 44  años, nacido en Wiesbaden (Alemania), de madre alemana y padre marroquí, había contactado a la mujer en una ocasión anterior. La segunda vez acudió con el objetivo de robarle. Después de intentar tener relaciones sexuales con la mujer -no llegaron a consumarse debido a que el asesino se negó a usar preservativo- , la torturó y la acuchilló.

Abdelkader Salhi tenía antecedentes penales: en 1988 entró a robar en Alemania a una casa y asesinó a la mujer que allí vivía (que también habría sido una prostituta, de origen ruso). Por el crimen había cumplido 18 años de prisión.

Después de matar –la apuñaló en varias partes del cuerpo más de una decena de veces- a la mujer, cogió sus tarjetas de débito y de crédito y con su novia se dedicaron a sacar dinero de la cuenta de la víctima. Fue detenido en septiembre por la muerte de otra mujer (ver caso 13), se le imputó un tercer feminicidio del que fue sobreseído (caso 12) e investigado por un cuarto feminicidio (caso 1). La prensa lo describe con el perfil de un asesino en serie que siente una gran aversión por las prostitutas.

El 26 de septiembre de 2011, el Juzgado de Instrucción número 4 de Fuengirola, Málaga, determinó su ingreso en prisión. Lo acusaron de dos delitos asesinato, robo con violencia, usurpación de personalidad y estafa en grado de tentativa (ver condena en caso 13).

CASO 12, ID 995 

02/09/2011. Brigitte S.R., 45 años, Calahonda, Mijas, Málaga, Andalucía. Alemana, prostituta de domicilio particular. Feminicidio por prostitución. Cifra no oficial. Caso abierto: el único acusado fue sobreseído. 

Un año después del asesinato, al supuesto asesino en serie, Abdelkader Salhi se le imputaría un asesinato más. Se trata de la muerte de Brigitte S. R., una mujer de nacionalidad alemana de 49 años cuyo cuerpo sin vida fue hallado en un apartamento de la calle El Torcal, en Calahonda, Mijas. La policía encontró su cuerpo el 2 de septiembre aunque, según las investigaciones, el asesinato se produjo una semana antes. El cadáver de la mujer estaba sobre la cama, junto a un ventilador aún en funcionamiento. Se hallaba en muy avanzado estado de descomposición, lo que dificultó la inspección ocular e impidió precisar la causa de la muerte. Inicialmente se barajó un shock hemorrágico. Los investigadores detectaron un corte en un lateral del cuello cuyo origen parecía confuso. Se realizó un estudio histopatológico de dicha herida, el cual reveló que se trataba de una lesión vital, esto es, causada antes de la muerte. Los agentes de la Guardia Civil que llevaron el caso descubrieron otro indicio que apuntó en la dirección del supuesto asesino en serie de la Costa del Sol: en el tráfico de llamadas del teléfono de Brigitte, entre los últimos números con los que esta contactó, figuraba el de Abdelkader Salhi.

El titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Fuengirola imputó a Abdelkader Salhi por este caso, como tercer crimen (ver reseña de caso 11 y 13). Finalmente fue sobreseído de este feminicidio por falta de pruebas.

CASO 13, ID 724 

11/09/2011. Maryuri Alice Pérez García, 47 años, San Pedro de Alcántara, Marbella, Málaga, Andalucía. Española de origen ecuatoriano, prostituta en domicilio particular. Feminicidio por prostitución. Cifra no oficial. Caso resuelto. Juicio finalizado: victimario condenado a 45 años de prisión por el asesinato y homicidio de dos prostitutas.  

Maryuri fue la segunda víctima conocida del asesino en serie de la Costa del Sol, ya que con el feminicidio de Brigitte (caso 12) se lo vincularía un año después. Abdelkader Salhi fue detenido en su casa de Mijas el 24 de septiembre de 2011.

Maryuri ejercía la prostitución en su casa, donde raramente pernoctaba, según los vecinos. Allí recibió a su victimario, quien le robó dinero y tarjetas de crédito amenazándola con un cuchillo. Luego la maniató con una cuerda y le asestó más de una decena de puñaladas. Abandonó la vivienda y retiró dinero de su cuenta bancaria. La pareja del victimario y la madre de ésta también fueron detenidas e imputadas por robo de tarjetas. El cuerpo de Maryuri fue encontrado por una persona que le alquilaba una habitación en su casa.

Según lo que recogen las noticias de la prensa, el mismo día que lo detuvieron, en su declaración a la Guardia Civil, reconoció haber matado a Susana Monterroso y a Maryuri Pérez García. Pese a que el móvil aparente era el robo de tarjetas bancarias para sustracción de dinero, se trata de un criminal sexual de prostitutas. Los investigadores lo apodaron el asesino del 10 porque a las dos víctimas las mató el día 10 del calendario (10 de agosto a Susana M. y 10 de septiembre a Maryuri P.). Aunque escogió a sus víctimas al azar, existen varias similitudes entre los asesinatos: las mujeres recibían a sus clientes en pisos particulares, eran de origen extranjero, tenían más de 40 años, fueron apuñaladas después de haber sido torturadas y anunciaban sus servicios sexuales en periódicos, de hecho, las dos asesinadas fueron escogidas de la versión en inglés de Diario Sur.

La novia del feminicida sexual serial, Sara, declaró a los investigadores que Abdelkader Salhi “sentía asco” por las prostitutas debido a que “su padre solía ir con prostitutas y que eso provocó que se divorciara de su madre. Las odiaba”.

Fue condenado por la Audiencia de Málaga a 45 años por el asesinato de Susana Monterroso y el homicidio de Maryuri Alice Pérez García, dos robos con violencia en casa habitada, falsedad documental y contra la seguridad vial, mientras que a su pareja, Sara, se la condenó a un año de cárcel por un delito continuado de estafa en grado de tentativa. El tribunal lo absolvió del asesinato de Brigitte S.R. al no hallarse pruebas suficientes para inculparlo.

CASO 14, ID 646

15/10/2011. Astrid Carolina López Cruz, 30 años, Madrid, Comunidad de Madrid. Española de origen colombiano, prostituta a domicilio. Feminicidio por prostitución. Cifra no oficial. Juicio finalizado. Acusado condenado por asesinato a 15 años de prisión. Sentencia encontrada en el CENDOJ.

Astrid, una mujer transexual de 30 años, vivía en el madrileño barrio de Delicias pero se trasladaba donde se lo solicitaran sus clientes. Uno de ellos, Raúl Vega Carvajal, de 33 años, tenía una casa en el barrio del Pilar, al norte de la capital, domicilio en el que eran frecuentes las fiestas con alcohol, drogas y prostitutas. El 15 de octubre de 2011 la mujer fue a casa del victimario. A raíz de una discusión el hombre cogió una maza y golpeó en la cabeza a la víctima, luego la acuchilló y por último, con la intención de esconder el cadáver, la enterró en cal viva en el patio de su casa.

Los conocidos de la víctima interpusieron una denuncia por su desaparición a los pocos días del feminicidio. El 2 de noviembre el victimario se presentó en una comisaría y confesó el crimen ante la policía. Ingresó en prisión preventiva.

El juicio se celebró en la Audiencia Provincial de Madrid en julio de 2013. El victimario fue declarado culpable por unanimidad y condenado a 15 años de prisión por asesinato, y a pagar 150.000 euros al marido de la víctima. En julio de 2014 el Tribunal Supremo ratificó la condena.

2012

CASO 15, ID 766 

01/03/2012. Edilene O. D. S., 32 años, Valencia, Comunidad Valenciana. Brasileña, prostituta a domicilio. Feminicidio por prostitución. Cifra no oficial. Caso resuelto. Juicio finalizado: victimario condenado a 13 años y medio de cárcel e indemnización de 90.000 euros a la madre de la víctima.

A las 05:00 horas del 1 de marzo de 2012 se produjo el asesinato de Edilene, de 32 años y nacionalidad brasileña, que ejercía la prostitución, en una vivienda situada en el 5º piso del portal 10 del número 1 de la avenida Tres Forques, en Valencia. Allí vivía Francisco Javier Ochoa O., de 40 años, toxicómano con nueve antecedentes penales por robo, que había salido de la cárcel por atraco con violencia hacía poco tiempo. La vivienda pertenecía a un amigo suyo que no conocía su antecedentes y que lo había acogido a cambio de compartir los gastos. Su amigo se fue a dormir, pero Francisco Javier Ochoa O. llamó por teléfono a Edilene para solicitar sus servicios sexuales: 100 euros más 20 euros para el taxi. Al subir ella subió la tarifa. Según el victimario, discutieron por toda la casa y la mujer lo amenazó con un cuchillo. El hombre le asestó varias puñaladas. Edilene pudo escapar de la vivienda y bajar las escaleras. Sin embargo, el victimario la alcanzó y, tras un forcejeo, la mujer cayó por el hueco de la escalera. El cuerpo fue arrastrado desde el portal del edificio hasta un cuarto de limpieza. “Si hubiera estado viva habría llamado para que la auxiliaran”. El hombre fue detenido en el barrio chino, al que fue justo después a por más droga. En el juicio reconoció los hechos, aunque sostuvo que no mató a Edilene de forma intencional.

La Fiscalía solicitaba 15 años de prisión y una indemnización de 90.000 euros. La defensa de Ochoa pedía la libre absolución o cuatro años de cárcel. Finalmente, la Audiencia Provincial de Valencia lo condenó en noviembre de 2013 a 13 años y medio de cárcel. El presidente del jurado le impusó la pena después de que los miembros del tribunal popular lo hallaran culpable de un delito de homicidio. El condenado tendrá que indemnizar a la madre de la víctima con 90.000 euros.

CASO 16, ID 883

02/05/2012. Carmen Delicado F., 25 años, Elche, Alicante, Comunidad Valenciana. Española, prostituta (sin datos sobre el tipo de ejercicio de la prostitución). Feminicidio íntimo. Cifra oficial. Caso resuelto. Juicio finalizado: victimario condenando por asesinato a 15 años de prisión e indemnización de 200.000 euros a la familia de la víctima. La sentencia fue encontrada en el CENDOJ.

Carmen Delicado F., de 25 años y natural de Elche, vivía con su pareja, M. M. C., de 58 años y también natural de Elche, en el cuarto de un piso que se alquilaba por habitaciones. Llevaban cuatro meses residiendo en esa casa de la calle Ventarich. La joven ejercía la prostitución y, según algunas fuentes, tenía problemas de drogadicción. Ella mantenía una relación paralela que era conocida por su pareja. Las peleas, altercados y fiestas eran comunes en la vivienda.

En la noche del 1 al 2 de mayo de 2012 la pareja tuvo una fuerte discusión. La mujer le dijo a M. M. C. que quería terminar la relación e irse a vivir con su otra pareja. Esa noche consumió diversas drogas y sustancias estupefacientes que la sumieron en un profundo sueño. Por la convivencia y la relación quedó demostrado que ella no pensó que su vida corriese peligro. El victimario se acostó posteriormente en la cama, junto a la víctima. Sobre las 06:25 horas el hombre se despertó, cogió un cuchillo de 12 centímetros, se sentó sobre la mujer, que se encontraba dormida y drogada, y le asestó 12 cuchilladas en el tórax. Las primeras cuchilladas despertaron a la mujer, que pidió auxilio a gritos. Ésta trató de salvar su vida, pero no le fue posible, ya que se encontraba inmovilizada. Su muerte se produjo como consecuencia de un shock hemorrágico. El hombre salió de la casa, llamó al 091 y confesó el crimen. Los vecinos estaban acostumbrados a las peleas de la pareja y cuando alguno de ellos oyó a la mujer pedir ayuda no avisó a la policía.

No había denuncias previas por maltrato, aunque la mujer ya había sido víctima de un delito de lesiones por parte de otro hombre unos años atrás.

El juicio tuvo lugar en mayo de 2014 con jurado popular en la Sección Séptima de la Audiencia Provincial. El caso provenía del Juzgado de Violencia sobre la Mujer Nº 1 de Elche. El fallo consideró que el hombre era responsable de un delito de asesinato con agravante de parentesco y atenuante de confesión. Fue condenado a 15 años de prisión y a indemnizar con 200.000 euros a la familia de la víctima.

CASO 17, ID 971

15/07/2012. Ana Girona Hurtado, 43 años, Barcelona , Cataluña. Española, prostituta (sin datos sobre el tipo de ejercicio de la prostitución). Feminicidio íntimo. Cifra oficial. Caso resuelto. Juicio finalizado: victimario absuelto por falta de pruebas. Sentencia encontrada en el CENDOJ.

A mediados del mes de julio de 2012 la madre de Ana Girona denunció su desaparición. Nada se volvió a saber de ella hasta el 4 de Diciembre de 2012, cuando fueron encontrados bajo un montón de piedras restos óseos y cabellos, en la carretera de Miramar, montaña de Montjuic (Barcelona). Según datos de los Mossos d’Esquadra manejados en un principio, por la forma en que se localizaron los restos, existían indicios de criminalidad que apuntaban al homicidio como causa de la muerte y al entierro posterior como maniobra de ocultación. Tras el correspondiente examen y análisis científicos se identificaron los restos pertenecientes a Ana Hurtado. Además, se encontraron restos de ADN que apuntaban al excompañero sentimental de la mujer, David Bosch L. (apodado El Calvo), de 42 años y vecino de Barcelona, quien fue detenido. La investigación permitió corroborar, y así consta en hechos probados en la sentencia del juicio posterior, que en verano del 2012 David y Ana vivían en una tienda de campaña en la montaña de Montjuic y David mantenía una relación esporádica también con otra mujer, Fernanda Meno, su anterior pareja. En verano de 2012 también se comprobó que Ana sufría un grave deterioro físico por una grave enfermedad. Epiléptica desde niña, había contraído el sida por el consumo de drogas (consta en un informe médico de urgencias del 28 de junio de 2012).

El juicio comenzó en diciembre de 2014 y David fue acusado junto a Fernanda Mendo bajo dos hipótesis de colaboración sin que ninguna pudiese probarse. Ambos intercambiaron acusaciones mutuas: David acusó a Fernanda y Fernanda acusó a David diciendo en principio que él le había confesado que golpeó mortalmente a Ana en la cabeza con una piedra, aunque luego reconoció que testificó con venganza, por lo que su acusación no fue considerada. En enero de 2015 fueron absueltos por falta de pruebas. Dicha falta de pruebas se basa, según la sentencia, en que no se apreciaba la acción agente externo en la causación de la muerta”. Debido a que no se practicó la autopsia, no se pudo demostrar que muriese de un fuerte golpe en la cabeza (no había hendidura en el cráneo de Ana) ni que muriese asfixiada. La presunción de inocencia como derecho fundamental prevaleció al no encontrarse “prueba suficiente y excluyente”. La sentencia expresa: “deben de conjugarse las conclusiones de la pericial antropológica con el estado de salud de la acusada, conjunción que nos lleva a una conclusión tan razonable como que [Ana] falleciera en la tienda por causas naturales y los acusados, ambos con antecedentes penales y viviendo al margen de la sociedad, al igual que la fallecida, al encontrársela muerta, procedieron a enterrarla, ante el temor de que si lo comunicaban a las Autoridades, ellos resultaran implicados”.

Aún así, Fernanda Mendo acusó después a David de haberla estrangulado hasta creerla muerta tres meses después del asesinato de Ana Girona, en octubre, es decir, dos meses antes del inicio del juicio en que quedó absuelto el acusado.

Resulta inquietante que el jurado popular en este caso no tuviera en cuenta los antecedentes penales de David Bosch, que había sido denunciado en el pasado por agredir a otras mujeres, todas ellas prostitutas. Además la sentencia menciona que había sido “ejecutoriamente condenado por sentencia firme como autor de un delito de homicidio en grado de tentativa a la pena de 5 años de prisión, pena extinguida por cumplimiento en fecha 28/04/10”. 

El asesinato no probado de Ana dejó a su madre desolada y a dos hijas y tres hijos huérfanos.

Actualmente David Bosch está en prisión preventiva, acusado del feminicidio de Segunda María Desviat (caso 28), presuntamente cometido en julio de 2014.

CASO 18, ID 931

08/09/2012. Sin identificar, mujer joven, Amposta, Tarragona, Cataluña. Prostituta en la calle. Feminicidio por prostitución. Cifra no oficial. En prensa no se le dio seguimiento al caso.

El cadáver de una mujer joven fue descubierto al mediodía en un campo situado junto a un camino rural de Amposta (Montsià), cercano a la carretera nacional N-340. Fuentes del ayuntamiento de la localidad señalan que la joven era prostituta, pues el lugar en el que apareció su cuerpo es frecuentado por mujeres que ofrecen servicios sexuales. La silla que supuestamente utilizaba fue encontrada cerca del lugar del homicidio. Desconocemos si ha sido identificada a día de hoy. Los Mossos explicaron que el cuerpo de la mujer presentaba evidentes señales de violencia, por lo que estaba abierta la investigación por homicidio. Se procedió a la búsqueda de testigos que hubieran visto a la joven en las últimas horas o algún movimiento sospechoso por la zona. Algunas fuentes indican que la mujer murió acuchillada. El juez decretó el secreto de sumario.

CASO 19, ID 953

14/11/2012. Nombre y apellidos no conocidos, 24 años, Alicante, Comunidad Valenciana. Rumana, prostituta a domicilio. Feminicidio por prostitución. Cifra no oficial. Caso resuelto. Juicio finalizado: victimario condenado a 12 años de prisión e indemnización de 200.000 euros a la familia de la víctima.

A primera hora de la mañana del 14 de noviembre de 2012 un transeúnte encontró el cadáver de una mujer de 24 años y nacionalidad rumana a la altura del número 12 de la calle Madrid de Alicante, junto a un edificio derruido. El cuerpo de la mujer, con la cara ensangrentada, fue identificado gracias a las pesquisas policiales (en un principio no se pudo identificar debido a que la víctima estaba indocumentada). En la primera fase de la investigación, pese a que la víctima presentaba fuertes golpes en la cara, se descartó una muerte violenta y se barajó la hipótesis de una caída; sin embargo, la autopsia determinó que la mujer murió estrangulada y golpeada. Fue detenido Ramón José C. C., de 33 años y nacionalidad española, como presunto autor del feminicidio. En su declaración ante el juzgado de guardia dijo que echó a la prostituta de su casa tras no llegar a un acuerdo por el precio de los servicios sexuales y la dejó discutiendo con dos compatriotas. Estos hombres, de nacionalidad rumana también, fueron señalados por algunos vecinos del Raval Roig. También llegó a señalar al novio de la víctima.

En la madrugada del 14 de noviembre, Ramón José C. C., tras mantener una discusión con su pareja, fue hasta la avenida de Dénia de Alicante (una conocida zona de prostitución). Allí escogió a una mujer y se la llevó a su casa, en el barrio de Raval Roig. El victimario había acordado pagarle a la víctima 150 euros por dos horas, pero ya en casa se percató de que no tenía el dinero, lo que provocó una discusión. El hombre le propinó una brutal paliza a la mujer y posteriormente la estranguló hasta matarla. Después abandonó el cadáver en la calle Madrid. La autopsia reveló que la víctima sufrió una brutal agresión con varias piezas dentales rotas y fractura craneal.

Ramón José C. C. negó los hechos a pesar de tener antecedentes policiales por un caso similar en el que la víctima, una prostituta nigeriana de 20 años, sufrió lesiones graves pero pudo escapar de su agresor a finales de 2008. Durante el juicio llegó a alegar que era víctima de un complot policial contra él. Sin embargo, varias pruebas indicaban lo contrario: el último lugar en el que se vio a la víctima fue en su casa; se encontró una chaqueta con restos de ADN y sangre de la víctima y del victimario en un contenedor; una grabación de la calle de una entidad bancaria lo mostraba a las horas en las que se produjeron los hechos portando un bulto, y luego volvía sin la carga.

El juicio se celebró a principios de abril de 2014. El jurado lo declaró culpable (siete votos a dos), sin embargo, tras el veredicto, el victimario, que estaba en libertad provisional, no tuvo que entrar en prisión inmediatamente. La Fiscalía, que pedía 12 años de prisión por homicidio, consideró que no existía riesgo de fuga. Finalmente, la Audiencia Provincial de Alicante le impuso una condena de 12 años de prisión. La sentencia condenatoria dictada por la Sala lo obliga además a pagar una indemnización de 200.000 euros a la familia de la víctima.

CASO 20, ID 954

16/11/2012. Sabrina, 30 años. Fuengirola, Málaga, Andalucía. Marroquí, prostituta (sin información sobre el tipo de prostitución que ejercía). Feminicidio íntimo. Cifra no oficial. Caso resuelto. Juicio finalizado. Victimario condenado por homicidio a 11 años y seis meses de cárcel. Sentencia de apelación encontrada en el CENDOJ.

Hacía un año y medio que Sabrina, una mujer trans marroquí de 30 años, había conocido a su pareja, de nacionalidad rumana y 27 años. Al poco tiempo de conocerse ya convivían. No era la primera vez que él la agredía. De hecho, ella había obtenido una orden de alejamiento de un juzgado común de Granada. Enla madrugada del 16 de noviembre Sabrina llamó a la policía de Fuengirola para avisar que su pareja se encontraba en un estado muy violento. Cuando los cuerpos de seguridad llegaron a la vivienda, situada en la calle Matías Sáez de Tejada, encontraron el cuerpo de la mujer con una fuerte herida en el pecho. Tras una discusión, el victimario había cogido un cuchillo de cocina y le había asestado una puñalada a Sabrina que le había perforado la prótesis mamaria derecha y producido dos lesiones en el pulmón derecho que hicieron que perdiese mucha sangre, lo que provocó su muerte al poco tiempo. Durante el juicio el victimario dijo “que se sentía menospreciado por las relaciones sexuales que mantenía [Sabrina] con otros hombres a cambio de dinero”.

En diciembre de 2013, la Audiencia Provincial de Málaga, mediante un proceso penal con jurado popular, condenó al feminicida a cumplir 11 años y seis meses de prisión por un delito de homicidio, con las atenuantes de embriaguez y de arrebato u obcecación; y la agravante de parentesco. También se le impuso el pago de 86.018 euros a la madre de la fallecida como indemnización por los daños morales. La Fiscalía había pedido para él 15 años de prisión. La familia de la víctima recurrió al TSJA alegando un error a la hora de valorar la prueba, desaprobando los atenuantes, pero fue desestimada por el alto tribunal andaluz.

En junio de 2014 el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ratificó la sentencia condenatoria y desestimó el recurso presentado por la acusación particular contra la sentencia dictada por la Audiencia de Málaga, tras el veredicto de culpabilidad de un jurado. La acusación particular pedía una pena mayor y que se aplicara la Ley Integral de Violencia de Género. El rechazo del Tribunal Superior no dejó conformes a  colectivos LGTBI como la Asociación de Transexuales de Andalucía, que manifestó en un comunicado: “las mujeres transexuales deberían ser consideradas como mujeres en todos los aspectos”.

Los jueces se atuvieron a lo que decían los documentos  de identidad de Sabrina y lo mantuvieron fuera del marco de la ley de violencia de género.

En la sentencia de la apelación se refieren a Sabrina como hombre. Además, podemos leer en la misma sentencia que el Jurado consideró que “el ataque con el cuchillo no fue sorpresivo ni impidió a la víctima defenderse, porque no se pudo probar lo contrario, tratándose de una ‘pelea de dos varones adultos’”.

A Sabrina, además de matarla, le mataron la identidad. Sabrina fue asesinada por el hecho de ser mujer. Es un caso claro de feminicidio. Sin embargo, muchos medios de comunicación se tomaron la libertad de referirse a ella como hombre, negándole así su identidad de género. Pero Sabrina murió por el hecho de ser mujer

CASO 21 ID 963

01/12/2012. Nombre y apellidos no conocidos, 30 años, Alcanar, Tarragona, Cataluña. Brasileña, prostituta en domicilio particular. Caso resuelto: victimario en prisión preventiva. Sin información del proceso judicial. Sentencia no encontrada en el CENDOJ.

La madrugada del sábado 1 de diciembre de 2012 una mujer de nacionalidad brasileña de 30 años que ejercía la prostitución en su casa fue arrojada por un cliente desde un cuarto piso de la avenida de la Constitución de la localidad tarraconense de Alcanar. La mujer murió en el acto. El hombre, de nacionalidad española y 50 años de edad, fue detenido poco después del suceso y se encuentra en prisión provisional sin fianza. El feminicidio habría ocurrido tras una discusión entre víctima y victimario, aunque no han trascendido las razones de la misma.

No se le da seguimiento a este caso en las noticias. No disponemos de información sobre el proceso judicial. Sabemos que el Juzgado de Instrucción 1 de Amposta llevaba la causa.

2013

CASOS 22 y 23 (ID 1032 y ID 1033)

25/05/2013 (fecha estimada). Jenny Sofía Revollo Tuiran, 40 años, Bilbao, Bizkaia. Colombiana, prostituta en la calle. Feminicidio por prostitución. Cifra no oficial. Caso resuelto. Juicio finalizado. Victimario condenado por dos asesinatos con alevosía a un total de 38 años de cárcel. Sentencia encontrada en http://bit.ly/1UFv8Da.

05/06/2013 (agresión el 02/06/2013). Maurren Ada Ortuya, 29 años, Bilbao, Bizkaia. Nigeriana, prostituta en la calle. Feminicidio por prostitución. Cifra no oficial. Caso resuelto. Juicio finalizado. Victimario condenado por dos asesinatos con alevosía a un total de 38 años de cárcel. Sentencia encontrada en http://bit.ly/1UFv8Da.

Juan Carlos Aguilar Gómez, de 47 años y natural de Bilbao, divorciado y con un hijo, regentaba un gimnasio especializado en artes marciales en la capital vizcaína. El hombre, reconocido a nivel nacional e internacional, se enorgullecía de haber sido el primer monje shaolín español en vivir en un monasterio budista y de contar con numerosas condecoraciones deportivas, datos que luego fueron desmentidos.

Jenny Sofía Revollo Tuiran, de 40 años y nacionalidad colombiana, había llegado a España hacía 14 años buscando un futuro mejor. Después del atropello y muerte de su primer hijo, de cuatro años, su vida cambió totalmente. Se separó y viajó a España para empezar de nuevo, dejando una vida cómoda en Colombia. Tenía estudios de medicina, pero en España trabajó en estética, aunque en los últimos tiempos se había visto obligada a prostituirse, algo que no sabían su familia ni sus hijos, menores de edad (algunos familiares desmintieron que se dedicase a la prostitución). Sus restos fueron descubiertos cuando se investigó el asesinato de una segunda víctima y el hombre confesó este primer asesinato. Juan Carlos Aguilar confesó haber matado a Jenny y haberse deshecho de los restos en la ría de Bilbao; sin embargo, partes de las manos y la columna las había guardado en una bolsa en el gimnasio. En un principio el victimario dijo que creía haberla matado el 31 de mayo de 2013, sin embargo, la policía estimó que pudo haber sido el 25 del mismo mes. Durante el juicio se determinó que sobre las 03.20 horas del 25 de mayo la víctima caminaba por la calle General Concha de Bilbao y estaba siendo molestada por un hombre. El victimario vio a la mujer y le ofreció subir al coche, a lo que ésta accedió. Ambos se dirigieron al gimnasio regentado por el hombre en la calle Máximo Aguirre. Durante la madrugada el hombre maniató a la mujer y la agredió hasta causarle la muerte. En los siguientes días descuartizó a la víctima y tiró sus restos en la ría de Bilbao y en la basura.

El 2 de junio de 2013 sobre las 06:00 horas Juan Carlos Aguilar Gómez fue en su coche hasta las inmediaciones del bar Canei, en la calle General Concha. Allí contactó con Maurren Ada Ortuya, de 29 años y nacionalidad nigeriana, que subió con él en el coche. Fueron al gimnasio, propiedad del hombre, donde mantuvieron relaciones sexuales. Después, el hombre inmovilizó a la mujer de lo brazos y del cuello, la golpeó en la cabeza y en el abdomen. Entre las 15:10 y 15:20 la mujer aprovechó un momento de distracción del victimario para acercarse a la puerta del gimnasio y pedir ayuda. Pero el hombre la agarró por el pelo, la arrastró hasta un cuarto y “le puso una brida en el cuello, un cordel con cinco vueltas alrededor del cuello a continuación y por encima cinta americana y la estranguló”. La policía encontró a la mujer atada, después de que varios vecinos avisaran tras haber oído gritos y contemplado cómo el victimario entraba a la mujer a la fuerza en el gimnasio. El cuerpo de la mujer se encontraba fuertemente golpeado en el suelo. El hombre estaba a su lado en estado tranquilo y no opuso resistencia. Ada ingresó en estado de coma en el Hospital de Basurto y murió el 5 de junio como consecuencia de una asfixia por estrangulación. Había sido torturada.

En un primer momento se investigó si hubo más víctimas, aunque no se han conocido más datos hasta el momento.

Estaba previsto que el juicio se celebrara a finales de febrero de 2015, pero se retrasó después de que el letrado Javier Beramendi renunciase a ejercer su defensa. El letrado no explicó los motivos de su renuncia. En un principio iba a ser juzgado por un delito de detención ilegal, pero la defensa recurrió y la Audiencia Provincial y el TSJPV anularon la acusación de detención ilegal, por lo que sólo fue enjuiciado por dos delitos de asesinato.

Finalmente el juicio oral se celebró en la Audiencia Provincial de Bilbao entre los días 17 y 22 de abril de 2015. El jurado popular (compuesto por cinco hombres y cuatro mujeres) lo consideró culpable por unanimidad. Sin embargo, rechazó que hubiera habido ensañamiento (con siete votos a favor y dos en contra). El 30 de abril el magistrado-presidente, Manuel Ayo, dictó la sentencia que condenaba al feminicida a 19 años de cárcel por cada uno de los crímenes. Además, deberá indemnizar a los familiares de las víctimas: al hijo de Revollo, Aymar, con 100.000 euros; al padre de Revollo, con 120.000 euros; a la madre de Revollo, con 12.000 euros;  al padre de Ada Otuya, con 120.000 euros; y al hermano de Ada Otuya, con 25.000 euros.

José Miguel Miguel Fernández López de Uralde, el abogado de la asociación Clara Campoamor que ejerció de letrado de la familia de Ada Otuya, que carecía de recursos económicos, anunció que no recurrirían por falta de fondos para afrontar más costes. El abogado de la familia Revollo, Jorge García Gasco también anunció que no recurrirían, a pesar de estar en desacuerdo con la resolución judicial. En cuanto a la abogada de la acusación popular, Maite Iturrate, también decidió no recurrir tras conocer la decisión de las acusaciones particulares.

La Fiscalía había reclamado 20 años por cada uno de los feminicidios. La acusación popular, ejercida por Clara Campoamor, pedía 20 años por el asesinato con alevosía de Jenny Sofía Revollo Tuiran, y 25 por el de Maurren Ada Otuya con las agravantes de alevosía y ensañamiento.. El letrado de la familia Otuya solicitaba 25 años de prisión por asesinato con alevosía y ensañamiento, y la defensa de la familia de Jenny Revollo, 20 años de cárcel por asesinato con alevosía.

Sin embargo, se descartó el ensañamiento en ninguno de los dos casos. Alberto Garai, el médico que examinó a Maureen Ada Otuya en el Hospital de Basurto, no estimó que el victimario sometiera a Ada Otuya a un “sufrimiento excesivo o inhumano” para matarla. En la sentencia leemos que el hombre la estranguló “sin haber provocado de forma innecesaria e inhumanamente mayor dolor a la víctima”. El Código Penal “se refiere al ensañamiento como agravante específica del asesinato con la expresión ‘aumentando deliberada e inhumanamente el dolor del ofendido’” y “considera circunstancia agravante genérica ‘aumentar deliberada e inhumanamente el sufrimiento de la víctima, causando a ésta padecimientos innecesarios para la ejecución del delito’”. Además, y según la sentencia, para que hubiese habido un sufrimiento psicológico en Maureen Ada Otuya, el victimario “hubiese procedido en su presencia a descuartizar a la primera víctima, Jenny Sofía Revollo Tuiran”.

Estos dos casos despertaron mucho interés por parte de los medios de comunicación, pero también mucho morbo. Se contaron muchos detalles morbosos y amarillistas relacionados con ambos casos.

CASO 24, ID 1050

22/07/2013. Sin identificar. Barcelona, Cataluña. China,  prostituta en domicilio particular. Feminicidio por prostitución. Cifra no oficial. Proceso judicial: sin información desde ingreso en prisión preventiva del victimario. 

El 22 de julio de 2013 las compañeras de una mujer de nacionalidad china que ejercía la prostitución en un prostíbulo localizado en un piso de la calle Sicilia número 296, en el barrio del Eixample, avisaron a los Mossos d’Esquadra que ésta estaba gravemente herida tras haber sido apuñalada una treintena de veces por un hombre que se había dado a la fuga tras tener una fuerte discusión con la víctima. La mujer, de la que no se ha informado sobre su nombre y edad, fue trasladada al Hospital Sant Pau de la capital barcelonesa, donde murió a causa de las heridas que el asesino le había asestado con un trozo de vidrio en la espalda y abdomen. El victimario fue encontrado después en su domicilio, en una localidad de la comarca de Anoia. Se investiga si el hombre era simplemente un cliente o si tenía alguna otra relación con la víctima. Todas las compañeras conocían al hombre. Era, al parecer, asiduo al burdel. Se analizaron los vídeos para ver las horas de entrada y salida del presunto asesino en el burdel. El hombre entró en prisión preventiva. No disponemos de más datos.

El piso de la calle de Sicilia llevaba al menos desde el 2009 funcionando como burdel. Era regentado por ciudadanos chinos y solían prostituirse una media de cuatro mujeres. En octubre de 2011, la policía catalana puso en marcha la operación Turandot y arrestó a 39 presuntos proxenetas en la zona del Eixample. Muchas de las mujeres vivían y se prostituían en pésimas condiciones higiénicas. Los Mossos nunca llegaron a negar o confirmar si este piso, en el que murió la joven, fue uno de los investigados en aquella operación.

CASO 25, ID 1060

04/09/2013. Valya Todorova Pavlova, 44 años, Madrid, Comunidad de Madrid. Búlgara, prostituta (sin datos sobre el tipo de ejercicio de la prostitución). Feminicidio íntimo. Cifra oficial.  Caso resuelto. Juicio finalizado. Victimario condenado por asesinato con alevosía y ensañamiento a 22 años y siete meses de cárcel. Sentencia encontrada en http://bit.ly/1PyBaNE.

Valya Todorova Palvova era búlgara, tenía 44 años y vivía en el poblado chabolista de Madrid conocido como La Jungla, a la altura del número 1 de la avenida de Canillejas, con su pareja, Roman Georgiev Slavchev, de 38 años y misma nacionalidad. En la madrugada del 4 de septiembre de 2013 se desencadenó una discusión entre ambos a raíz de una conversación en la que Valya le contó a Roman que estaba ejerciendo la prostitución, lo que provocó en él una reacción de celos. El hombre le propinó a la mujer fuertes puñetazos y patadas, además de golpes por todo el cuerpo y en la cabeza con un palo de golf y un objeto pesado. Cuando llegó la policía sobre las 7:00 horas la mujer estaba inconsciente y sangraba por la boca, mientras que el victimario estaba sentado junto al cuerpo. La mujer fue trasladada al Hospital Doce de Octubre de la capital, donde murió a las 17:00 horas. El hombre tenía antecedentes penales por estafa y por violencia de género contra otra mujer, de la que incluso tenía una orden de alejamiento activa.

El procedimiento judicial pasó del Juzgado de Violencia sobre la mujer nº 8 de Madrid a la Audiencia Provincial de Madrid. Fue declarado culpable y condenado en agosto de 2015 a 22 años y siete meses de prisión por “un delito de asesinato cualificado por alevosía y ensañamiento y con la concurrencia de la circunstancia modificativa de la responsabilidad criminal agravante de parentesco”. Además, era condenado a indemnizar al padre y la madre de la víctima con 100.000 euros para cada uno, y al hermano, con 35.000 euros.

CASO 26, ID 1079 

27/10/2013. Zineb Manae, Oujda, 24 años, Melilla. Marroquí, prostituta en la calle.  Feminicidio por prostitución. Cifra no oficial. Caso resuelto (prisión preventiva a la espera de juicio).

Zineb Manae, alias Oujda, era natural de Marruecos y tenía 24 años. Llevaba más de un año viviendo en Melilla, donde ejercía la prostitución en el centro de la ciudad por la noche (por el día trabajaba como empleada de hogar). El 27 de octubre de 2013 Juan Manuel Coronil, un militar español de 31 años, contrató los servicios sexuales de Oujda. La recogió en un coche y la llevó a un garaje del domicilio familiar en el barrio de El Real. Tras una discusión por el precio del servicio (ella cobraba 70 euros y él quería darle 20), la asesinó a golpes. El cuerpo fue trasladado y abandonado en el interior de una bolsa en la carretera de la Purísima Concepción, y fue encontrado el día 30 del mismo mes por un menor de un centro de acogida situado cerca del lugar. El cuerpo presentaba signos de violencia. En primer lugar se detuvo al cuñado de la víctima, pero después fue puesto en libertad. El cartón utilizado para ocultar el cadáver permitió a los investigadores dar con el victimario, ya que localizaron el establecimiento donde se vendía este tipo de cartón e identificaron a la persona que lo había comprado. El 8 de noviembre se detuvo al principal acusado, que presentaba arañazos en la cara, posiblemente provocados por el forcejeo con la víctima. Además, en el garaje se hallaron restos de fluidos, así como restos de los pendientes de la víctima. El victimario confesó que cogió por el cuello a la mujer y golpeó su cabeza contra el suelo. Ésta murió por una hemorragia por un sangrado masivo en la cabeza, probablemente provocado por el golpe recibido durante el forcejeo.

Las primeras diligencias se realizaron en el Juzgado de Primera Instancia y de Instrucción Número 5 de Melilla.

En noviembre de 2015 nos enteramos a través de una noticia de que la fase de instrucción estaba casi acabada a falta de un informe psiquiátrico del acusado. El hombre continua en prisión provisional a la espera de la celebración del juicio que dictará la sentencia. La defensa anunció que recurriría el auto por el que se prorrogaba su permanencia en prisión.

2014

CASO 27, ID 1214 

30/06/2014. Adolfina Puello Sánchez, 32 años. San Vicente de la Cabeza, Zamora, Castilla y León. Dominicana, prostituta en un domicilio particular. Feminicidio íntimo. Cifra oficial. Victimario en prisión preventiva.

Adolfina había emigrado a España desde su país natal cuatro años atrás, después de que mataran a su marido en un asalto callejero. Al año de venirse se trajo a su hija y a su suegra, Leonarda Sánchez Robles. Trabajaba como prostituta en un piso de la calle General Martínez Campos, en el barrio de Chamberí, en Madrid. Durante la semana su hija vivía en un internado y los fines de semana los pasaban juntas en la vivienda que Adolfina alquilaba en el barrio de Vallecas de Madrid. Desde hacía tres años salía con Raúl Álvarez del Rico, un español de 30 años que vivía con sus padres, que pasaba gran parte de su tiempo en el piso de su pareja. El hombre era mantenido por sus padres y Adolfina.

Raúl “era muy celoso y violento”, afirmaban una compañera de trabajo y Leonarda, la suegra de Adolfina. La joven dejó constancia en su diario de la preocupación que sentía por su seguridad y la de su hija. Una amiga de Adolfina contó que Raúl se había enterado de que su pareja ejercía la prostitución; un día se presentó en el piso donde trabajaba y preguntó por ella a través del telefonillo, lo que aterrorizó a Adolfina, que pidió a su compañera que le dijese que se había confundido de piso. Leonarda, testigo del comportamiento violento de la pareja de su nuera, denunció a Raúl por malos tratos. Según cuenta, su nieta le tenía mucho miedo a la pareja de su madre. Éste, además, había amenazado a Leonarda “con cortarle la cabeza” a Adolfina si lo dejaba. El 16 de enero de 2014 presentó la denuncia en un juzgado de guardia de Plaza de Castilla (en concreto en la oficina de reparto). En la denuncia constaban el nombre y los apellidos del maltratador.

El 30 de junio de 2014 Adolfina debía haber acompañado a su hija al aeropuerto, ya que la niña iba a pasar las vacaciones en República Dominicana junto a su familia materna. Leonarda fue contactada desde República Dominicana por familiares de Adolfina, que se extrañaron de que la niña no hubiese llegado a destino; y también localizaron a una compañera de trabajo que dijo que Adolfina no se había presentado ese día. Madre e hija desaparecieron sin dejar rastro. La abuela fue a comisaría a denunciar la desaparición de su nieta y de su nuera. Ella sospechó desde un principio de Raúl porque, según dijo, éste nunca presentó una denuncia por la desaparición. Raúl siguió haciendo vida normal. A su familia y amigos les contó que se había separado de Adolfina y que la joven y su hija habían regresado a República Dominicana. De hecho, había empezado una nueva relación con una mujer cubana.

Leonarda, que no recibió ninguna respuesta por parte de la justicia en semanas, volvió a presentarse en agosto en los juzgados de Plaza de Castilla para ver qué pasaba y preguntar por su denuncia de enero, en la que figuraban los datos del maltratador; le contestaron que no había podido ser ratificada porque “no se entendía su letra”. “¿Por qué no me llamaron si no entendían mi letra?”, reclamó la mujer; su número de teléfono figuraba en la denuncia. En los juzgados le comunicaron que un abogado de oficio redactaría una nueva denuncia.

En octubre se incorporaron a las investigaciones agentes de la Sección de Homicidios y Desaparecidos de la UDEV Central. En la habitación de la niña se encontró el somier sin colchón y en la de la madre se halló la ropa metida en bolsas de basura. Gracias al posicionamiento del teléfono móvil de Adolfina (que Raúl reutilizó cambiándole la tarjeta) también averiguaron que el sospechoso había estado en San Vicente de la Cabeza, Zamora, el pueblo natal de su madre, un día después de la desaparición de la mujer y la niña. Éste dijo haber ido a visitar a sus padres, pero se pudo comprobar que ese día sus progenitores se encontraban en Madrid.

Raúl era sospechoso desde hacía tiempo debido a las contradicciones de sus declaraciones durante los interrogatorios, pero no había ninguna prueba contra él ni se habían hallado los cadáveres. Finalmente, el 24 de noviembre, tras meses de investigaciones policiales, fue detenido y acabó confesando el feminicidio de ambas. Primero, intentó despistar a la policía indicando que había enterrado a las víctimas en el parque de la Dehesa de la Villa de Madrid. Varios agentes de policía fueron con el feminicida al parque, pero unas horas más tarde se dieron cuenta de que los cadáveres no estaban allí. Al día siguiente decidieron trasladarse junto con el victimario a San Vicente de la Cabeza; y éste, al darse cuenta de que la policía disponía de información fidedigna, terminó por confesar que había enterrado a madre e hija varios metros bajo tierra, en un pozo al margen del río Aliste, cercano a la casa familiar. Encontraron los dos cadáveres en avanzado estado de descomposición.

El hombre se encuentra en prisión preventiva.

2015

CASO 28, ID 1244 

02/03/2015 (*fecha de hallazgo del cadáver, asesinada en julio de 2014). Segunda María Desviat, 32 años. Barcelona (Cataluña). Española, prostituta en calle. Feminicidio íntimo. Cifra no oficial. Proceso judicial: victimario en prisión preventiva. 

Un operario que trabajaba en unas obras de la barcelonesa calle de Ulldecona encontró el 2 de marzo el cuerpo semienterrado de una mujer en avanzado estado de descomposición y con signos de haber sido quemada parcialmente. Era el cuerpo de Segunda María Desviat, de 32 años y vecina de Barcelona. Fue identificada gracias al análisis del ADN y a una prótesis que llevaba en la cabeza, a raíz de una enfermedad que sufría desde pequeña. Debido al avanzado estado de descomposición del cadáver, llevaba allí varias semanas. Esto impidió que se pudiera determinar si la mujer murió violentamente o por causas naturales.

En julio se detuvo a David Bosch, alias El Calvo, como supuesto autor del asesinato, que había sido absuelto de otro feminicidio (caso 17) por falta de pruebas en enero de 2015. David Bosch habría matado en julio 2014 a María Desviat tras una discusión y la habría arrojado a un agujero para después enterrarla en este descampado, frecuentado por prostitutas. La joven ejercía la prostitución en la zona donde fue encontrado su cadáver. Según relatos de otras prostitutas recogidos en medios de comunicación, andaba con El Calvo e intercambiaba sexo por crack. A María Desviat  la llamaban La Niñata, tenía una diversidad funcional psíquica reconocida del 51%, y estaba tutelada por la fundación La Tutela. Visitaba a su madre esporádicamente. Cuando desapareció, su madre llevaba siete meses sin verla. Fue la responsable del autobús de venopunción de la asociación ABC la que alertó a la Guardia Urbana de su desaparición. Recogemos aquí un fragmento de la noticia escrita por Mayka Navarro el 10 de julio de 2015 en El Periódico de Catalunya: “Lo que uno opine pero no pueda demostrar con pruebas ante un juez, sirve de bien poco en el ámbito legal. Pero si se le pregunta a los responsables de la Unidad Central de Personas desaparecidas de los Mossos d’Esquadra sobre David Bosch, de 44 años, apodado El Calvo, los investigadores no dudan de que en el verano del 2012 asesinó a Ana Girona, aunque la Audiencia de Barcelona le absolvió en enero pasado por falta de pruebas. Creen además que solo tres meses después, este valenciano estranguló hasta que dio por muerta a Fernanda Mendo. Y ahora está preso bajo la acusación de haber asesinado en julio del año pasado a Segunda María Desviat”. 

El hombre se encuentra en prisión preventiva.

CASO 29, ID 1271

07/06/2015. Yelisa Altagracia Pérez, 39 años. A Pobra do Caramiñal, A Coruña, Galicia. Dominicana, prostituta en club de alterne. Feminicidio/asesinato de mujeres sin datos suficientes. Cifra no oficial. Proceso judicial: victimarios en prisión preventiva incondicional y sin fianza.

Yelisa Altagracia Pérez tenía 39 años, era dominicana y se ganaba la vida como prostituta en un club de alterne de la localidad coruñesa de Ribeira, donde también vivía. Lo que ganaba lo mandaba a sus hijos en su país de origen. Yelisa tenía problemas de drogadicción: consumía cocaína y pagaba el consumo cuando podía, aunque sin acumular grandes deudas. El día 7 de junio de 2015 salió de fiesta con Ventura Lustres Miranda, alias Farelo, y Melisa Abelleira Castro, de 34 y 29 años respectivamente. Al parecer serían ellos quienes le suministraban las drogas y con quienes acumulaba la deuda. La pareja habría asesinado a Yelisa propinándole varias puñaladas en el tórax con un destornillador. Después escondieron el cadáver en una finca privada en A Pobra do Caramiñal, localidad donde vivían juntos. La finca era propiedad de la madre de la presunta victimaria. Un hombre, que también vive en la finca, descubrió el cadáver semiescondido de Yelisa. Poco después eran detenidos los acusados. La mujer llevaba viviendo en Galicia desde 2008 y había iniciado trámites para traerse a sus hijos de República Dominicana. Fueron claves los testimonios de los testigos. Ventura y Melisa fueron arrestados en su piso de A Pobra cuando planeaban la huida. En la inspección del piso de Ventura Lustres, los investigadores del caso encontraron una pistola de nueve milímetros. Consta una denuncia policial previa contra el acusado por disparar a la casa de una mujer.

Ambos se encuentran en prisión preventiva.

CASO 30, ID 1291 

21/07/2015. Nombre y apellidos no conocidos, 41 años. Brasileña, Alicante, Comunidad Valenciana. Brasileña, prostituta en la calle. Feminicidio transfóbico. Cifra no oficial. Proceso judicial: Dos victimarios en prisión preventiva, comunicada y sin fianza. 

Una mujer transexual, de 41 años y nacionalidad brasileña, que ejercía la prostitución fue brutalmente agredida con la implicación de dos jóvenes franceses de 21 y 32 años. Los hechos se sitúan en la casa de la abuela de uno de ellos, en el número 19 de la avenida de la Condomina, en la zona alicantina de La Albuferetea. Los acusados declararon que “no acabaron con su vida”, que fue la propia víctima la que se asesto a sí misma los golpes mortales.

Al parecer, según sus testimonios el joven de 21 años, admitió que fue quien llevó a la mujer a su casa para mantener relaciones sexuales. Al llegar a casa descubrió que se trataba de una mujer transexual y le pidió que se fuera. Según sostiene este arrestado, la mujer le reclamó que le pagase el tiempo que habían estado juntos, se inició una fuerte discusión y ella se autolesionó. El otro arrestado de 32 años apareció, según su testimonio, entró en escena una vez sucedieron los hechos. Se limitó a ayudar a su compañero a dejar el cuerpo inerte y moribundo en el ascensor, sin avisar a los servicios de emergencia.

Las heridas descubiertas en la autopsia preliminar realizada al cadáver por los médicos forenses, en la que se aprecian fuertes golpes en el abdomen, junto con los encontrados en la cabeza y la pérdida de sangre, no concuerdan con este relato.

La mujer fue encontrada en el ascensor del edificio por un hombre que se dirigía a trabajar. La víctima presentaba fuertes golpes en la cabeza y en el abdomen. No sobrevivió a la paliza.

El Juzgado de Instrucción 7 de Alicante, de guardia en este caso, acordó el ingreso en prisión preventiva, comunicada y sin fianza para ambos.

CASO 31, ID 1324 

01/11/2015. Constantina Jurebie, 42 años. Elche, Alicante, Comunidad Valenciana. Rumana, ejercía ocasionalmente la prostitución (sin información del tipo de prostitución). Feminicidio íntimo. Cifra oficial. Proceso judicial: victimario en prisión preventiva sin fianza.

Constantina J. tenía 42 años y era de nacionalidad rumana, como su pareja, E. M., de 46 años de edad. Ambos llevaban ocho meses juntos y vivían en estado de indigencia y sin estabilidad económica alguna. De hecho, hacía solo tres días que habían ocupado una casa abandonada en las afueras de Elche. El hombre golpeó brutalmente a su pareja con manos, pies y un palo con clavos durante tres días, hasta que finalmente la mujer murió el día 1 de noviembre. El victimario declaró que pegaba a su pareja con asiduidad por celos, ya que la mujer a veces se prostituía. Fue el propio victimario quien llamó a la policía para avisar que su pareja se encontraba en estado de inconsciencia, aunque alegó que la mujer había bebido en exceso.

El Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Elche dictó la prisión provisional sin fianza por riesgo de fuga.

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